Rafael Amaya reapareció y con una honestidad inusitada aceptó que sus problemas de adicción lo hicieron tocar fondo y que fueron sus amigos los que le salvaron la vida. En una entrevista que publica este jueves People en Español, el intérprete de Aurelio Casillas en “El Señor de los Cielos” aceptó que “las drogas son la muerte”. “Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también”, explicó el histrión que en el cenit de su carrera desapareció de los reflectores. “Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber”, expresó sinceramente a la revista. En medio de las grabaciones de la séptima temporada de la narcoserie, Amaya se esfumó en medio de rumores de todo tipo. Incluso hubo quien especuló con graves problemas de salud. Disfrazado con gorras y gabardinas, recorrió Europa y Sudamérica en una espiral de autodestrucción. Afortunadamente para el actor mexicano, sus amigos estuvieron ahí para rescatarlo de las garras del alcohol y las sustancias. Ellos lo ingresaron a una clínica de rehabilitación, propiedad de Julio César Chávez, cuando tocó fondo. “Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades… Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción”, agregó. Los amigos y familiares de Amaya dijeron a la publicación que el actor llegó a estar sicótico y “se creía el Señor de los Cielos”.